Una vez
concluida la reintegración cromática y la protección definitiva de
los marmoreados descubiertos en los muros laterales del presbiterio,
hemos comenzado a sacar a la luz marmoreados que se conservan, bajo
capas de cal, en las jambas del arco toral que separa el presbiterio
del cuerpo de la iglesia.
En
primer lugar, se ha procedido a la eliminación de los elementos
metálicos como las barras de cortinas, que se utilizaban para
sujetar las telas, de diverso color, que se colocaban cubriendo las
jambas en función del calendario litúrgico.
En este
caso, la cornisa se presenta en color jaspe, extendiéndose a modo de
friso por los cuatro extremos del rectángulo alargado que conforma,
situándose en el centro un marmoreado que imita nuevamente al ágata
de Mijas, situada en el banco del retablo mayor. Al igual en en los
muros del presbiterio, el rojo se utiliza para simular los elementos
estructurales verticales y horizontales y el marrón para cubrir la
superficie paramental.
A medida que se desarrolle el trabajo informaremos sobre los avances realizados en este grupo de pinturas.
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