Tras finalizar el montaje del
andamio de la capilla de la Esclavitud Dolorosa, antigua de San
Francisco Javier, los restauradores del IAPH han comenzado a
intervenir en el retablo.
Se trata del retablo realizado en
1678 con las limosnas recaudadas por el P. Guevara para albergar la
imagen de San Francisco Javier. Durante el siglo XVIII fue sometido a
una serie de modificaciones para adaptarlo a los gustos estéticos
imperantes en la época, manteniendo la advocación del santo jesuita
hasta finales del siglo XIX, cuando fue sustituido por la Virgen de
la Esclavitud Dolorosa, momento en el que su hermandad fue trasladada
a esta iglesia.
Los trabajos, que se han iniciado hoy, se centran en la eliminación del polvo acumulado mediante métodos mecánicos. A continuación se procederá a suprimir los elementos metálicos que se han superpuesto con el paso del tiempo, finalizando con los trabajos de limpieza química de dorados.
De forma paralela se prosigue con los trabajos en el retablo mayor y en breve se acometerán los del retablo de San Francisco de Asís, antiguo de San Ignacio de Loyola.
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