Tras
ser desmontadas, las puertas laterales del presbiterio, se han
intervenido realizando
en primer lugar una limpieza superficial, seguida del
decapado de las sucesivas capas de pinturas sintéticas y barnices
que se habían acumulado a lo largo del tiempo.
De
forma paralela se ha llevado a cabo la inhibición de la corrosión
de los metales incrustados como herrajes, bisagras, pomos, tiradores,
etc., que eran originales del mueble.
También
se ha realizado el tratamiento preventivo antixilófagos, protegiendo
la madera de futuros ataques, concluyendo los trabajos con la
protección final y definitiva de las cuatro hojas que conforman las
dos puertas.
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