Como
informamos en noticias anteriores, hemos llevado a cabo la
intervención del retablo de la Virgen de Araceli en varias fases.
Este retablo ha sido el único de la iglesia al que hemos podido
devolver su policromía original, enmarcada por sucesivas
repolicromías que imitaban tonos marrones mezclados con blancos.
Los
trabajos se iniciaron en diciembre del año pasado y se han
prolongado hasta junio del presente. Teniendo
en cuenta que el retablo de la Virgen de Araceli, en origen de San
Francisco de Borja, fue repolicromado
y reestucado en varias ocasiones a lo largo de su historia, el equipo
técnico, tras realizar un programa de catas, decidió rescatar la
policromía original.
La
policromía original rescatada se basa en dorados combinados con
marmoreados en negro, donde se aplicaron decoraciones doradas que
representan motivos florales y vegetales, como los pámpanos y
racimos de uvas que han aparecido en las columnas que flanquean la
hornacina principal. Esta policromía refleja los tres colores
típicos de la Compañía de Jesús en los retablos y en el conjunto
de la iglesia, alternando el blanco, negro y dorado.
Respecto
al banco y zócalo, mediante procedimientos químicos y mecánicos se
ha descubierto una policromía de marmoreados terrosos enmarcados por
fondos blancos y algunas molduras doradas. De forma paralela se ha
llevado a cabo la reintegración volumétrica de algunos elementos
faltantes.
El
proceso ha finalizado con la reintegración cromática, en aquellas
zonas en las que era necesaria su realización, para dar la
protección final del conjunto.
Esta
labor en el banco la han llevado a cabo Antonio Custorio López
García y María Teresa Martínez Mateo, mientras que en zócalo han
actuado María José Rey García y María Esther Albendea Ruz.
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