Empezamos la reintegración cromática en el retablo de la Esclavitud Dolorosa

Tras finalizar los trabajos de protección final de superficies con barniz, vamos a comenzar una nueva fase centrada en la reintegración cromática y el ensamblado de piezas sueltas de elementos decorativos del propio retablo.

 

Estos trabajos tienen el papel primordial de devolver la unidad visual al conjunto, respetando en todo momento la policromía original, quedando en un segundo plano la reintegración. Con ello se pretende que el protagonismo de la obra recaiga sobre los restos originales, no sobre la intervención, por lo que la reintegración debe de ser discreta en cuanto a su intensidad y a la elección de las tonalidades que se integren, que prácticamente desaparezcan de la visión de conjunto. Su única función es la de ocultar las lagunas de material, sin destacar su intensidad visual.

Para llevar a acabo esta labor estamos utilizando acuarelas de gran calidad, ya que son más reversibles y más estables frente al amarilleamiento, reservando para retoques los pigmentos al barniz de nueva generación, después de aplicar la capa de protección.

Por otro lado se están realizando integraciones volumétricas con piezas de madera que se habían desprendido del propio conjunto. Estas piezas han sido debidamente tratadas para ser fijadas y repuestas en su lugar de origen.

En breve darán comienzo los trabajos en otros retablos de la iglesia.

Finalizados los trabajos en las pinturas murales de la tribuna de la Epístola del presbiterio

Una vez concluida la recuperación íntegra de las pinturas murales, con la eliminación de las capas de cal que las cubrían, se ha procedido a su fijación y conservación.

Esta tarea ha consistido en la limpieza superficial, en la que se han retirado los morteros añadidos así como los objetos anclados como el cableado eléctrico, etc. Acto seguido se ha continuado con la fijación de estratos, asegurando especialmente aquellas zonas que presentaba desprendimientos, con el consecuente relleno de oquedades, sellado de grietas, reintegración de volumen y tratamiento de lagunas de mortero.

A continuación, pasamos a la fase de reintegración cromática de la policromía, aplicada solo en los tondos y casetones que conforman el diseño del conjunto de las pinturas.

Por último, hay que tener en cuenta que los estratos murales llevan en su composición aditivos que les confieren fuerza, estabilidad y protección ante las oscilaciones medioambientales, por lo que hay que cuidar la protección final, aplicando barnices aptos para este tipo específico de pintura mural y su soporte.

 

Iniciamos el barnizado del retablo de la Esclavitud Dolorosa

Tras finalizar los trabajos de limpieza de dorados en el retablo de la Esclavitud Dolorosa, iniciamos una nueva fase que consiste en la protección final de dorados y corlas.

Una vez realizada la limpieza superficial por aspiración con medios mecánicos, se pasó a la eliminación de la suciedad adherida a las protecciones, retirándose las concreciones, barnices y colas acumuladas, así como los repintes. Acto seguido se suprimió la suciedad adherida a las policromías y dorados, para pasar a aplicar la protección final con barniz.

En este caso, el retablo se encuentra totalmente dorado, con alguna excepción en cuanto a polocromía se refiere, por lo que también se han realizado pruebas previas que permitan delimitar el barniz a utilizar.

Una vez que finalicemos este proceso, los trabajos se centrarán en la reintegración cromática y el ensamblado de piezas sueltas de elementos decorativos del propio retablo.

Pasamos a la reintegración cromática de los paramentos del presbiterio

Las catas que se realizaron en los muros laterales del presbiterio, confirmaron la existencia de estucos marmoreados.

Tras proceder a su recuperación, fueron apareciendo marmoreados de dos tipos, unos en los paramentos que imitan a la piedra ágata de Mijas, que se encuentra situada en el banco del retablo mayor, y otro en los elementos estructurales verticales y horizontales imitando al jaspe.

Una vez recuperada la totalidad de los estucos, han quedado a la luz una serie de grietas y lagunas que presentan pérdida de material. Esto ha dado paso a un fase de reintegración polícroma en los marmoreados, tanto en los paramentales, de tonos marrones, como en los estructurales de color rojizo.

 En aquellas lagunas de mayor entidad se van a rellenar las oquedades de la fábrica de ladrillo, aplicando sobre ella una preparación de enfoscado (mortero de cal) de mayor grosor. Por último, para preparar la pared, se le añade un enlucido más fino, a base de polvo de mármol, sobre el que se reintegran las tonalidades en función de los colores antes mencionados.

Continuamos restaurando las esculturas de la iglesia en los talleres del IAPH

Desde que se iniciaron los trabajos de restauración del apostolado y de otras esculturas de la iglesia del Santo Cristo de la Salud de Málaga, a finales de 2012, en los talleres del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, hemos conseguido los objetivos propuestos.

En la actualidad, las esculturas que han sido sometidas a restauración y se encuentran finalizadas son: San Juan Evangelista, San Matías, San Andrés, Santiago el Menor, San Bernabé, San Marcos, San Mateo, San Bartolomé, San Lucas, San Simón, San Pablo y Santiago el Mayor. 

Respecto a las imágenes de San Francisco Javier y San Estanislao de Kotska, perteneciente a las hornacinas laterales del retablo mayor, se encuentran en proceso de limpieza. Esta operación se esta realizando en los ropajes, los cuales se encuentran prácticamente acabados. Para finalizar la intervención, solo queda llevar a cabo la limpieza de las carnaciones de rostros y manos. 

San Francisco Javier

San Estanislao de Kotska

 

En relación a las esculturas pertenecientes al Retablo del Misterio de Ánimas, la situación es la siguiente: el Crucificado se encuentra en la fase de eliminación de repintes y de barnices alterados de la zona anterior; en la Dolorosa se concluirá en breve la limpieza de la policromía para proseguir con la fase de reintegración cromática. Por último, los bustos masculino y femenino, se encuentran en fase de estudio tras la realización de un examen radiográfico, que determinará el criterio más idóneo para llevar a cabo su intervención.

 

Por último, del apostolado, doce de los cuales se encuentran finalizados, los restauradores siguen trabajando en el resto de apóstoles que forman el programa iconográfico de la iglesia.

La imagen de San Judas Tadeo se encuentra en el proceso de limpieza, centrándose ésta en las zonas de la túnica y del manto.

En cuanto a San Pedro, está en la fase de eliminación de barnices y repintes al igual que San Felipe.

San Felipe 

En la última escultura, la de Santo Tomás, se está combinando la actuación en la policromía, ya bastante avanzada, con los tratamientos de refuerzo y consolidación del soporte.

Santo Tomás 

Como hemos mencionado la restauración se esta llevando a cabo en los Talleres del IAPH bajo la dirección de María del Mar González González, Jefa de proyecto de talleres de conservación y restauración, a cargo de Maite Real Palma, Lourdes Fernández González, Conservadoras-restauradoras, coordinadoras de las actuaciones de conservación-restauración de las esculturas, apoyadas por Rocío Magdaleno Granja, Lourdes Núñez Casares, Silvia Martínez García Otero, Mónica Santos Navarrete y Constanza Rodríguez Segovia, restauradoras, y por cuatro estancias en prácticas, Galadriel Bravo Hidalgo, Jesús Gallardo Gordillo, Ángeles Lozano Domínguez y Yaiza Cuaresma Martín, Conservadores-restauradores, que complementan sus estudios de la licenciatura con dichas prácticas.