Una vez
finalizada la limpieza química de dorados y de las superficies
marmoreadas del retablo mayor, se inicia una nueva fase de
reintegración cromática.
Gracias
al buen estado de conservación del retablo, disponemos de gran
cantidad de policromía original. La madera ofrece una buena
tonalidad y textura que ya funciona, de por si, ópticamente como
laguna neutra. Por ello, en la mayor parte de los casos, bastará con
limpiarla o entonarla ligeramente para homogeneizar su coloración.
Antes de la reintegración cromática
Después de la reintegración cromática
Solo,
excepcionalmente, en aquellos casos que la Dirección Técnica estime
conveniente, se reintegrará cromáticamente aquellas lagunas que
impidan una percepción correcta de la imagen en su conjunto. El
proceso se está limitando al mínimo imprescindible de reintegración
cromática que asegure una lectura e interpretación lo más correcta
posible de la obra.
Una
vez finalizado se iniciará la integración de las
perdidas en las zonas doradas del retablo, siguiendo el mismo
criterio de las zonas marmoreadas.
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